Cuando dicen que es mejor tener amigos que dinero, están diciendo la verdad.
Hace unos fines de semana organizamos un asado en el balneario de Hornito (II región) con amigos, que conocimos hace no mucho, gracias a las motos.
Todo iba bien, hasta que antes de salir nos dimos cuenta de que la moto no encendía. Considerando que la moto está prácticamente nueva, la única opción posible era la batería. El problema era que la batería no solo se había descargado, sino que había muerto, pero no lo supimos hasta después de muchos intentos...
El asado resultó, pero después de que nuestros amigos Luis y Sergio nos ayudaron en la odisea de intentar revivir la carga, mientras los demás pasaban mucho calor esperándonos en la carretera.
Una serie de traspiés que no impidieron que lo pasáramos bien y nos riéramos un rato.
Un consejo, ante la duda, mejor cambiar la batería...Te ahorrarás tiempo y malos ratos...