Dicen que al que madruga, Dios lo ayuda... La aduana Chilena continúa en paro, así que era necesario madrugar si queríamos llegar a almorzar a Iquique...


Más de alguna vez alguno de nuestros amigos se quedaba atrás, pero la lección ya fue aprendida y ahora nadie se perdió!!!...
Hasta aquí todo bien, pensábamos descansar cinco minutos en Cuya y luego continuar... Sin embargo, este lugar se convirtió en algo más que una simple parada...
Si bien las cuestas están en perfecto estado, luego de las reparaciones, nuestro sísmico país es impredecible y puede hacer de un viaje placentero, una pesadilla.

Claro que la cosa no termina ahí, un neumático roto no tiene un arreglo fácil, hay que cambiarlo. ¿Dónde? ¿Cómo?... Hay que regresar!!!...

Finalmente, todo salió bien, no pudimos ir a Zofri (Zona Franca Iquique) por culpa de una piedra en el camino, pero presenciamos una puesta sol en medio del desierto, creo que estamos pagados...